Apuntando a minimizar las consecuencias de los incendios forestales en la provincia, se realizó ayer la primera sesión del Comité de Gestión del Riesgo de Desastres (Cogrid) destinada a la coordinación interinstitucional para abordar esta problemática.Cien fueron los incendios registrados entre el 1 de julio de 2022 y el 31 de junio de 2023 en Chiloé, con un total de 60,3 hectáreas de vegetación afectadas. Aunque se rebajó en más de la mitad la superficie dañada con respecto al período anterior (125 hectáreas en 107 alertas incendiarias), se busca seguir esta tendencia en base a la planificación.Así lo señaló Claudia Guineo, titular de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) en el Archipiélago, añadiendo que estas reuniones con los encargados de Emergencia de las diez comunas chilotas “nos permite alinearnos y tomar acuerdos para la temporada de incendios que se avecina”.Igualmente, la profesional relevó que el trabajo precautorio ya se está realizando, “con actividades preventivas en todo el territorio para enfrentar de mejor manera esta problemática”.En dependencias de la Delegación Presidencial de Chiloé se llevó a cabo esta cita.
Justamente, el representante del Ejecutivo en el Archipiélago, Armando Barría, relevó el encuentro como motor inicial de la preparación para estas contingencias.“Consideramos que es importante comenzar a trabajar temprano para dar a conocer a la comunidad que hay que tomar las precauciones en cada hogar y sector para no incurrir en equívocos al hacer fuego y no poder controlarlo (prohibición de quemas será entre el 1 de diciembre y el 31 de marzo del 2024), o bien, en tiempo que no corresponde”, explicó el personero.Dentro de la preparación de respuesta a nivel provincial se informó que Conaf cuenta con cuatro brigadas con 60 combatientes en total, más un helicóptero y un camión aljibe.Dentro de los desafíos para afrontar la temporada de incendios, se mencionaron la materialización de una fiscalización efectiva en los terrenos propensos a siniestros como en el campo donde se desarrollan las tradicionales quemas ilegales; abordar la insularidad en términos de prevención, mitigación y preparación para la respuesta; reconocimiento, planificación preventiva e intervenciones en espacios de interfaz (área donde el combustible vegetacional se encuentra cercano a las casas u otras construcciones), y fortalecimiento de la coordinación multisectorial.A su vez, se apuntará al monitoreo constante de las condiciones que propician o anteceden a emergencias, como la frecuencia elevada de incendios, variables meteorológicas, zonas de riesgo con material combustible y crecimiento de poblaciones periféricas cercanas a estos puntos críticos.
Radio Acogida FM