Tras la seguidilla de robos en la escuela Paul Harris, residentes dicen que ha habido varios hechos similares.
En las últimas semanas, los vecinos de la población Alday, en el sector Rahue de la comuna de Osorno, han sido víctimas de diversos delitos contra las personas y la propiedad, lo que está generando inseguridad en el barrio.
Tras la sustracción de alimentos, ollas y cañerías de cobre en la escuela Paul Harris, que provocó el repudio generalizado de la comunidad y obligó a la Municipalidad de Osorno, al Departamento de Administración de la Educación y a Carabineros a desarrollar un plan estratégico de seguridad en el sector -al cual también se sumaron padres y apoderados- se conoció que, en simultáneo, se habían registrado otros robos.
En calle Pedro Montt, un adulto mayor fue asaltado por un hampón que, no conforme con quitarle sus pertenencias, también lo agredió.
Marta Pereira, habitante de la zona en la que convergen las poblaciones Davanzo y Alday, ha sido testigo de cómo desconocidos pasan por calle 1 de Mayo portando cilindros de gas. “En dos ocasiones, al llegar de madrugada a mi casa por trabajo, he visto cómo delincuentes corren por la calle con cilindros de gas que roban en las casas de la población y se dirigen hacia el sector del campamento Chaurakawin”, expresó.
La exdirigenta y ahora concejal de Osorno, María Valderas, expresa con claridad que “la inseguridad se apoderó del barrio. Nos preocupamos por el robo a la escuela, pero en paralelo hubo otros que no salieron a la luz, aunque algunos sí fueron denunciados. Si bien se vio presencia policial y de seguridad ciudadana, fue gracias al clamor de los vecinos y apoderados por la seguidilla de delitos. Ahora, hay que ser sinceros y directos: estos hechos negativos comenzaron desde que llegó el campamento al costado del puente. Allí Carabineros ha realizado procedimientos frecuentes por diversos hechos negativos”.
La edil recuerda que “incluso los ladrones de la escuela fueron detenidos al salir de ese campamento. El tema de los asentamientos es algo que las autoridades competentes deben abordar con rapidez. Por ejemplo, detrás de la escuela hay una toma donde ya están identificadas cinco casas desocupadas, pero siguen ahí y no han sido desarmadas, lo que facilita que delincuentes se refugien y, quién sabe, oculten especies robadas”.
Fuente: Soychile.cl
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